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Envisioning the Future of Management

Othón Osorio • 5 de diciembre de 2019

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In the future of management, I foresee a whole new set of concepts, methods, and ideas that intertwined the entire human knowledge to integrate this discipline in a meaningful way. I call them Natural Management.  In every organization, we create communities that shape themselves towards a purpose, in which diversity is a constant.  But, in the end, we are in the search of belonging to a place that contributes to our happiness.  We look for a place to be happy and to become the best version of ourselves.  It is intrinsic to our human nature.   As human beings, we are part of nature.  So, why should not be management as natural as we are?  Why should the organizations behave differently than nature?  Why should not apply the same natural patterns that already exist?  Organizations are the ground to sow the seed of happiness and realization.

We just need to see differently.  It is a reality that the world becomes global, and it looks that business is more demanding and requires more efficiency and faster decisions.  Though it seems that these circumstances are growing exponentially and are pushing organizations to be different, they cannot increase infinitely.  The infinite is the limit, but it is also the place of chaos.  And nature tends to order (even chaos is a way to reach order). So, we just need to see differently.

Happiness is the most common aim that people respond me when I ask them what they are looking.  It happens when coaching executives, lecturing or working with my team.  So, in the future of management, as well as in the future of the human being, I see and holistic thinking that integrates different concepts towards the pursuit of happiness. So, the ideas of natural management, as a mean to be happy, might have a future in developing and transforming people and organizations.  In that future, I foresee management and leadership, intertwined.  We will think in terms of manageSHIP and learderMENT.  It might be a matter of styles and development of our neural connections, but we all have the possibility of being a good manager and a good leader, if we want. 

We need to work hard in our self-awareness and self-management.  We might be conscious that our development is not concerning a conference, a book, feedback, or a master degree. It is #lifelonglearning process that starts in our fund, goes to the form, to create the movement of our life.   It is so in nature.  The trees are always in a never-ending development and adapting process. So, let’s learn from nature and become Natural Managers.
por Othón Osorio 25 de febrero de 2020
Para poder crear nuevos hábitos (o dinámicas) en nuestra vida, requerimos ejercitar a nuestras neuronas, para que generen nuevas conexiones y procesos de intercambio de información entre ellas. Esto se logra con pequeñas acciones, pero constantes, día a día, que ejerciten justamente esa parte de nuestro cerebro, para crear esos nuevos vínculos. Y en esto se combinan la física, la química, la biología y las matemáticas. Somos sistemas complejos. Todos los sistemas, TODOS, se resisten al cambio. Es una dinámica NATURAL, pues el cambio nos enfrenta a lo desconocido. Entrar a nuevos mares, significa por lo tanto un riesgo que, inconscientemente es rechazado, por el mero hecho de desconocer los resultados que se tendrán. La prioridad de todo sistema biológico es preservar la vida, y lo desconocido implica intrínsecamente un riesgo a esa preservación (a un nivel muy instintivo). El ir de a poco, va acomodando al sistema para que pueda recolectar la información suficiente en el medio ambiente para lograr su adaptación, y por lo tanto, aceptar el cambio. Si no se genera la química adecuada (endorfinas), que las genera por ejemplo la sensación de logro, entonces abortamos la misión. La motivación es clave. A toda acción hay una reacción igual, pero en sentido contrario. El reto o la acción diaria debe ser suficiente para crear el hábito, pero no demasiado grande que nos desincentive. Si nos ponemos metas sumamente altas, la propia resistencia y la frustración -en caso de no alcanzarlas- fortalecerán el mecanismo natural de resistencia al cambio y por lo tanto nos llevarán a abortar la misión. Si quieres por ejemplo hacer ejercicio, empieza con 5 minutos, al día siguiente incrementa un poco, camina, no quieras correr 3 km el primer día. Ya llegará el momento de hacerlo, pero haz un esfuerzo lo suficientemente alcanzable, y al mismo tiempo significativo, que te motive a continuar el proceso. Toma tiempo. La literatura y el mundo que nos rodea está lleno de la “inmediatez”. Pero la realidad es que biológicamente a nuestro cuerpo le toma de 21 a 40 días cambiar de hábitos. Es el tiempo entre que se empiezan a fortalecer las nuevas dinámicas, y que toma el que se vuelvan definitivas y se integren a ti. Digamos que por un lado las neuronas requieren tiempo para ir haciendo esas conexiones, al menos 21 días, es como una chispa que surge cuando dos cables se juntan, pero el que se entrelacen y logren estar unidos, requiere de esos pasos diarios para lograr el estímulo que genere la reacción, que a su vez se vuelva permanente, y con ello se genere también la química necesaria en nuestro cuerpo para sostenerla (endorfinas, por ejemplo). La integración Biológica. Ahora bien, una vez que el vínculo es permanente, entonces esa información se integra a nosotros biológicamente, a nivel celular. Es decir, el sistema acepta el cambio, y lo integra como algo natural y propio. Nuestras células tienen una tasa de renovación de 40 días, ¡cada 40 días tenemos cambio de células! Es decir, que la integración de la información de los nuevos hábitos y dinámicas en nuestro cuerpo queda deposita y se replica (a través del ADN depositado en el núcleo de la célula) en ese tiempo. En efecto, el ADN cambia, se modifica en tiempo real. A partir de que la información ya está integrada, se replicará a cada una de las células nuevas, a partir de entonces. Por supuesto, hay formas a través de las cuales se pueden apoyar el cambiar de hábitos y hacer que la integración sea más “rápida”. Tiene que ver con la emoción, con los motivadores, con los ejemplos (el ejemplo arrastra) o modelos que decidamos seguir. También tiene que ver con el nivel de conciencia y trabajo personal que tengamos (que también toma tiempo) y que con dinámicas como la meditación, puede inducir procesos de cambio “cuánticos”. Pero cuando aún no hemos entrado a ese campo dimensional, hay una forma muy interesante (y divertida) de lograr este cambio: la colaboración. El hacerlo juntos, el ir de la mano, el apoyarnos en equipo, el saber que no somos los únicos y que no estamos solos. Por eso, los grupos de apoyo, los retos diarios acompañados de otros que están en el camino en el que ando, me permiten tener la motivación al verme en el espejo del otro, no solo para aprender, sino para verme de forma empática, abrazando la persona que soy, y aceptando que también yo, al igual que todos estamos en el camino. De esa forma, el miedo a dejar de ejercer nuestra huella biológica (de existir) se convierte en una motivación por lograr dejar nuestra huella espiritual (de trascender). ¡Disfrutemos el camino! Referencias BRADEN, Gregg. La Matriz Divina. DISPENZA, Joe. Deja de ser tú (La mente crea la realidad) GOLEMAN, Daniel. Inteligencia Emocional. LIPTON, Bruce. La Biología de la Creencia. La liberación del poder de la consciencia, la materia y los milagros. MCTAGGART, Lynne. El Campo. En busca de la fuerza secreta que mueve el universo.
por Othón Osorio 9 de febrero de 2020
Muchas veces nos preguntamos por nuestras fortalezas y debilidades, ya sea como parte de una reflexión personal, un proceso de reclutamiento, o bien en un proceso de retroalimentación. Sin embargo, pocas veces vemos esas fortalezas y debilidades a la luz de lo que nos hace feliz y lo que no. Cuando lo hacemos, nuestras fortalezas y "debilidades" toman una nueva dimensión. Buckingham (2005), que ha hecho muchas investigaciones sobre lo que hace diferentes a los grandes gerentes, considera que aquello que hacemos bien no necesariamente es una fortaleza si al hacerlo nos quita energía, tengamos talento o no. Si consideramos que aquello que nos gusta hacer y nos sentimos felices al hacerlo, están nuestra motivación intrínseca (Pink, 2009), entonces encontraremos una fuente (casi) inagotable de energía. Si entonces dibujamos un plano cartesiano, donde el eje x representa mis talentos (hacia lo positivo lo que hago bien, hacia lo negativo, lo que no hago tan bien) y el eje y representa lo que me hace feliz (hacia arriba lo que me hace feliz y hacia abajo, lo que no) , podemos tener una perspectiva distinta y constructiva de nosotros mismos. A este esquema, le llamo 4D, y forma parte de las herramientas de Management Natural en el modelo FFM (Arana, 2015). Si evaluar lo que haces bien y lo que no (competencias) versus lo que te hace feliz y lo que no (fuentes de felicidad), tienes una nueva perspectiva para tomar decisiones. Este modelo nos dice que en aquello que haces bien y te hace feliz está el D ESPLIEGUE de nuestra misión, ¡hay que hacerlo ya! Si lo haces bien, y te hace feliz, no hay más que pensar, ademas de tener la motivación, aumentas significativamente las probabilidades de éxito. Lo que no hagas bien, pero te hace feliz, ¡ D ESARRÓLLALO, apréndelo! El hecho de que te haga feliz te dará la motivación intrínseca para aprenderlo y podrás desarrollar las conexiones neuronales necesarias (neuroplasticidad), no sólo para que el aprendizaje sea permanente sino también significativo y te ayude al D ESPLIEGUE de tu para qué. En lo que haces bien, y no te hace feliz, requieres tomar D ECISIONES, o lo aceptas y generas una serie de incentivos (motivadores extrínsecos) para que la "carga" sea menos, o lo D elegas, lo transfieres a alguien para quién tenga mayor sentido, si es necesario que se haga. En caso de no ser indispensable la D ECISIÓN podría ser mandarlo al cuarto cuadrante: aquello que no hacemos bien, y no nos hace felices. En ese cuadrante está lo que requieres D ESECHAR, dejar de hacer, salvo que haya en el orden de prioridades una razón fundamental, en tanto acomodas lo necesario para dejar de hacerlo, pues no solo se incrementa en esta parte la probabilidad de no-éxito, sino que además se convierte en un agujero negro de nuestra propia energía vital. Aún con motivadores extrínsecos elevados, tu ser en algún momento te hará saber que ese no es el camino. En la parte de arriba, tenemos entonces aquello que nos mueve, que nos motiva y que hará que podamos dejar nuestra impronta espiritual en el mundo, nuestro sentido de vida, nuestro para qué. Solo hay que unir los puntos, como diría Steve Jobs, para darte cuenta cuál es tu misión y en dónde puedes desplegarla. Es, digamos, lo que podrías hacer aunque no te pagaran por ello, y además, lo harías bien. En la parte de abajo, está lo que requiere de mayor esfuerzo, o bien de motivadores extrínsecos para poder llevarlos a cabo. Y, en un extremo, aquello que más bien nos hace caer en espirales descendentes en nuestra propia autovaloración y autoestima. Y así se puede también evaluar la misión de tu organización, de tu departamento, de tu equipo de trabajo, de tu familia, o de cualquier proyecto que quieras hacer o emprender. Este modelo, propio de Management Natural, ofrece una forma sencilla, pero muy asertiva, para poder enfocar -justamente- de manera natural nuestro para qué a partir de lo que SI somos y nos hace FELICES.
por Othón Osorio 5 de diciembre de 2019
En una nota titulada Fenomenología por Zubiri, leí: "De hecho, en Cinco Lecciones de Filosofía, Zubiri dedica a Husserl la lección final planteando el problema filosófico, la posibilidad de la filosofía como ciencia y el problema filosófico radical: la realidad es relativa a la esencia .” (p. 4) Pero, ¿ qué es, cómo se define, y quién define la esencia ? - Depende del observador . Por tanto, no existe la esencia per se, si no más bien lo que el observador concluye de ella, en base a su interpretación de la realidad. En ello, no únicamente influye su experiencia , sino también su información genética y sus creencias fundamentales (con las fuerzas entrópicas que le acompañen; esto es, su propios centros gravitacionales existenciales). Por tanto, la realidad que nos sorprende es un reflejo de si misma , una iteración constante que se replica en ciclos que se expanden al ritmo en que se expande la consciencia. Y que al hacerlo, retroalimenta al observador, nutre su experiencia y modifica, si acaso, su propia información y creencias. Metafóricamente, esta expansión sería el equivalente a un salto cuántico , el paso de un electrón al siguiente nivel de energía. Este salto, el de la consciencia , no se da en la discontinuidad, aunque si presenta múltiples posibilidades, y de ahí que la realidad nos “ sorprenda ". Se da más bien en un continuo, se da en una espiral logarítmica, personal, única, en una sucesión Fibonacci, en donde la experiencia sumada a las anteriores, no da una unidad más de consciencia , sino la integración de todas ellas. Y es la posibilidad a la que nos asomamos, con sus fuerzas entrópicas , la que le da ritmo, secuencia, forma y velocidad a nuestra propia espiral existencial . Estas fuerzas entrópicas actúan como centros gravitacionales que acentúan la perspectiva desde la cual se coloca el observador, dando pie entonces a los ciclos de reparar o repetir. Si esto lo extrapolamos y los trasladamos a la consciencia colectiva , entonces tenemos que la esencia de nuestra realidad , es la integración de todas las consciencias, cuya resultante será también la consolidación de las experiencias colectivas desde la perspectiva de cada observador . Que, a su vez, coloca en perfecta armonía el, aparentemente disonante, caos que genera el movimiento que da luz, razón y sentido a nuestra existencia, en el todo.
por Othón Osorio 5 de diciembre de 2019
Estamos en cierre de año, y muchos de nosotros, en lo personal o en nuestros equipos de trabajo, estamos visualizando y alineando nuestros objetivos del siguiente año, ¿cuál es la importancia de esa alineación? Todo estriba en la información y cómo lograr una mayor resonancia . Veamos. La información se transmite a través del espacio-tiempo en forma de una onda. Estas codifican y transmiten la información. Cuando se crea una interferencia , es decir, cuando dos (o más) ondas se superponen, se 'amplifica' o se 'cancela' su señal. Si dos ondas están sincronizadas , es decir, sus puntos altos y bajos (crestas y valles) coinciden, se creará una "i nterferencia constructiva " (1). Es decir, la alineación respecto a una visión, generará un efecto multiplicador que transmitirá en nosotros y en nuestro equipo una mayor confianza y fuerza, que redunda en motivación y energía para el logro de la meta. Si dos ondas no lo están, y si estuvieran digamos en momentos opuestos en el momento de la interferencia, se cancelan, se crea una " interferencia destructiva " (1). Es decir, la polarización de las posiciones, la falta de acuerdo y de alineación, generan un proceso de inacción en donde la disposición, incluso a nivel celular, de nosotros mismos, no suma al cumplimiento del plan o de los objetivos. Y no se trata de estar siempre de acuerdo. Se trata de sintonizarnos y de encontrar un punto en donde se logre consolidar una visión común. Estar en coherencia, congruencia y alineación es fundamental para la elaboración de nuestros planes. Coherencia entre nuestras sensaciones, emociones y pensamientos. Es decir, que la visión o ideas propuestas nos hagan click en cada parte de nuestro ser y que generen unidad en nosotros mismos. Congruencia en la acción que se propone en relación con nuestro sistema ético y la naturaleza de las cosas. Alineación , que nos lleve a la convicción de poner nuestro tiempo, talentos y vida al servicio de una causa, un equipo, una meta. Esto, al final de cuentas, nos lleva a AMAR lo que hacemos, cómo lo hacemos, y en consecuencia a ABRAZAR lo que SOMOS . Y entonces, el poder del amor, no sólo nos da paz, sino que amplifica la señal de la información original y contagia, convence, inspira, RESUENA . En el poder de la visión, reside pues, la magia del Liderazgo . Y esto funciona a todos los niveles, en lo personal, en el trabajo, en un país, en el mundo. De todo corazón, que sus objetivos y metas para 2019, estén en coherencia, congruencia y alineación , para que en AMOR logren todo lo que se propongan. Y que cada una las ondas que cada uno emita, lleven esta información de un lado a otro, y coincidan con las de los demás, para la construcción de una interferencia constructiva en nuestro mundo, en buena onda. (1). McTaggart, Lynne. El Campo. En busca de la fuerza secreta que mueve el universo. Sirio Ed.
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